miércoles, 14 de enero de 2015

YO TAMBIÉN SOY CHARLIE

                                           

                                           



Cuando digo " Yo también soy Charlie " tengo miedo tanto de un lado como del otro. A estas alturas de la película una ya no sabe de dónde vienen los tiros. Paul Craig Roberts, politólogo y ex-asesor de Ronald Reagan, afirma que " el ataque a la revista Charlie Hebdo fue una operación de falsa bandera ", disenada como parte de la estrategia yanqui para seguir dominando el mundo. Según este hombre, las agencias estadounidenses han planeado las operaciones de falsa bandera en Europa para crear odio contra los musulmanes y reforzar la esfera de influencia de Washington en los países europeos, siguiendo su inveterada costumbre maquiavélica de crear desastres de gran magnitud para enfrentar a terceros y sacar tajada. Eso es lo que hizo para independizarse de Inglaterra, lo que hizo a Espana con el hundimiento del Maine, táctica que repitió para entrar en guerra con Japón y Vietnam, Irak,...




                                    



Lo de Charlie Hebdo sigue el modelo del atentado a las torres gemelas: " casualmente " encuentran el carnet de identidad de uno de los terroristas en la escena del crimen, igualito igualito que en el caso del 11-S. Fue también más que llamativa la ausencia de Obama en la manifestación de París. Esa indiferencia tan mal disimulada en un tema que tanto les preocupa no es de recibo y suena a coartada chapucera. 




                    



Conviene recordar que el islam estaba evolucionando hacia posturas acordes con los tiempos modernos hasta que a finales de los setenta se inició la revolución jomeinista. Para contrarrestar la influencia del comunismo soviético los Estados Unidos fomentaron un islamismo radical que les dio en principio buenos resultados, pero que finalmente se volvió en su contra. El caso de Irán fue patético. En Afganistán hubo más de lo mismo. Bin Laden - si es que verdaderamente está muerto - no era más que un agente de la CIA. De esos barros vienen estos lodos: un islamismo radical que ya no se puede parar, pero que casualmente beneficia los intereses económicos del núcleo duro ultraconservador yanqui . 


                                                 



La inmigración imparable que viene invadiendo Europa desde hace décadas hizo el resto. Gente en gran parte semianalfabeta que nunca fue integrada y a los que el Islam une en su marginación dio como resultado la realidad social que los europeos comtemplamos hoy con tanto asombro como impotencia. Encima esta " moda " de no querer afrontar los problemas para no parecer racista ( por cierto una postura en si de lo más racista y discriminatoria ) nos impide ver la realidad y nos lleva a esconder la cabeza como el avestruz en lugar de tomar las medidas pertinentes. La auténtica realidad es que el Islam es una ideología que rechaza los valores democráticos y ataca los fundamentos del estado de derecho: niega los derechos fundamentales, discrimina a la mujer hasta extremos abyectos, permite  - e incluso incita - todo abuso contra los " infieles ", etc. Por poner un ejemplo, robar a un infiel está permitido en el Islam. Ya no entro en otros ejemplos.




                  




De ahí que los islamistas se dediquen a hacer estas salvajadas todos llenos de razón, y no estoy hablando sólo de los islamistas radicales: Cualquiera que conviva con musulmanes podrá dar mil y un ejemplos del poco o ningún respeto que nos tienen, y no digamos ya a las mujeres. Con el agravante de que política y religión van unidas en el Islam, un brebaje medieval que mata con tan sólo mojar los labios. 





                              



La libertad religiosa, al igual que todas las demás libertades, tiene que estar dentro de límites constitucionales y no pueden saltárselos en base a tal o cual creencia. Si empezamos así estamos abriendo la caja de Pandora. Aplicando la misma regla de tres, cualquier fanático crea una religión y hace lo que le da la gana con la disculpa de que se respete " su " libertad religiosa. Sin ir más lejos, aquí en la " capital " europea he visto auténticas barbaridades, desde un bar en el que se prohibía la entrada a las mujeres, hombres vestidos de mujeres y utilizando el velo para delinquir, o ver pegar palizas en la calle a mujeres sin que nadie hiciese nada. Ya no hablemos de insultos, provocaciones y actitudes delictivas contra las que nadie toma acción. Qué está pasando ? Al paso que vamos acabaremos todas las mujeres llevando velo y siguiendo los pasos de un subnormal que se cree superior a nosotras simplemente porque es hombre.  




   




Angela Merkel acaba de declarar que Alemania también era parte del Islam. Que hable por ella misma, no por Alemania. El Islam, lo mismo que cualquier otra religión, debe quedar en el ámbito de lo personal, nunca de lo político ni social. Encima es una ideología cavernaria y retrógrada que arruinó a las sociedades en las que se impuso, sociedades que en su tiempo fueron las más evolucionadas de Occidente y que hoy arrastran el lastre de esta religión que les impide avanzar y las tiene en la miseria, el caos y la guerra permanente. A los hechos históricos me remito. Si dicen que el Islam significa " PAZ ", qué significa " yihad "? La fiesta de la paz ? Hasta ahora decían " guerra santa ". Pero como está escrito en el árabe del Corán y eso los infieles no lo entendemos ni lo entenderemos jamás, a saber... Ni los mejores exégetas serán capaces de interpretarlo, pero sí una banda de fanáticos descerebrados.