sábado, 26 de abril de 2014

YO TAMBIÉN ACUSO






Yo también acuso:

Estamos asistiendo al linchamiento judicial y mediático del juez Elpidio Silva. En cierto modo me recuerda al famoso caso Dreyfus, que en su momento dividió a la opinión pública francesa y llevó a Zola a la cárcel por su valiente artículo " Yo acuso " en defensa de Dreyfus y de la justicia. El caso en sí es diferente, pero el fondo de la cuestión es el mismo: la corrupción del estado y el dilema entre salvar a la institución corrupta o hacer justicia. De primeras gana siempre la corrupción institucional. Por que será? Dreyfus fue condenado dos veces, encarcelado durante años en condiciones terribles en la Isla del Diablo aún a sabiendas de que era inocente. Finalmente, tuvieron que reconocer su error criminal. Cuando terminó su proceso Dreyfus era un hombre destrozado que jamás se recuperó. Esperemos que el juez Silva no tenga el mismo fin.






Es más que evidente que Elpidio Silva es, además de un buen juez, un hombre brillante. En el país de la ignorancia, de la envidia, de los tópicos y de los prejuicios, estas cualidades por sí solas constituyen ya un delito gravísimo. Si añadimos su naturalidad, su independencia de la mafia "legal" y el no ser " políticamente correcto ", ya están hablándonos de un enemigo público.







Lo que está claro es que hasta ahora, con la ley en la mano, nada de lo que se le imputa está fundamentado. Lo que sí ha podido verse claramente son las irregularidades de un proceso que incumple sistemáticamente todas las normas que deben garantizar la legítima defensa en un Estado de derecho. Se le acusa de un presunto delito de prevaricación, otro de retardo malicioso en la Administración de Justicia y dos delitos contra la libertad individual. Vamos a analizar la situación desde perspectivas jurídicas:

1 - Con respecto a las penas, se pretende el apartamiento definitivo del juez Silva de la carrera judicial y su inhabilitación para cualquier empleo o cargo público, de tal manera que no podría ser eurodiputado, aún en el caso de que fuera elegido mayoritariamente por el pueblo. Perversiones constitucionales al acecho. 

2 - La tramitación del proceso ha sido un visto y no visto dada la proverbial lentitud de la justicia española. Se le han denegado todas las diligencias para su defensa, impidiendo el acceso a pruebas esenciales, como los denominados " correos de Blesa " en los que se sustenta parte de la motivación de Silva para enviar a Blesa a prisión. El tribunal los considera correos privados y por tanto impide investigarlos, a pesar de que una nota interna de Caja Madrid dice que son correos corporativos, por lo tanto propiedad de la entidad con la categoría de documentos. Lo que significa que el juez Silva hizo bien su trabajo investigando esos correos. En todo caso parece que hay interés por el TSJM en proteger esos correos delatores, lo cual sería prevaricación y abuso de autoridad.

3 - Litispendencia: No se han resuelto todavía la querella en contra del juez que instruyó el procedimiento contra Silva ni tampoco el caso Blesa. Si hubiera una condena no cabría ninguna duda de que el juez Silva actuó correctamente. Sería una perversión judicial que, por supuesto, traería cola hasta Estrasburgo. La justicia de nuestro país quedaría en evidencia una vez más.

4 - Sin embargo no han tenido más remedio que aceptar la recusación de los dos jueces de la instrucción y también tendrán que aceptar la recusación del juez Beltrán por haber pertenecido al tribunal inicial que iba a juzgarle y de la juez Tardón por formar parte de la Asamblea de Caja Madrid en representación del PP y bajo la presidencia de Blesa, ahí es ná. Ambos le deniegan además su derecho a cambiar de abogado. Inexplicable boutade procesal propia de repúblicas bananeras o monarquías feudales.

Por tanto el juez Silva podrá defenderse en base a:

- Nulidad de todo lo actuado por los magistrados ya recusados. Es evidente que      
  marcaron el terreno de juego desechando pruebas fundamentales.
- Nulidad de todo lo actuado por indefensión, prejudicialidad penal y litispendencia.
- Nulidad por haber olvidado el tribunal dar entrada al responsable civil del juez Silva:    - - Defecto de forma provocado por una instrucción llevada a cabo con precipitación. Será maliciosa? 
- Pérdida de competencia de dicho tribunal al dejar el juez Silva de ser aforado. 



El que Silva se defienda es motivo de crítica para quienes no tienen el más mínimo respeto por los derechos de defensa, menos a un proceso judicial democrático. Le exigen que se deje crucificar por el poder sin rechistar. Muchos de estos golfos justifican sus ataques alegando sin ningún  pudor que Silva, al defenderse, favorece a Blesa, omitiendo que gracias a él Blesa está siendo juzgado y que quienes favorecen a Blesa son los que han montado esta farsa mediático-político-judicial y lo que haga falta para seguir trincando. Donde no llega la hipocresía sobra el cinismo.



Se ve claramente que este juez independiente no se plegaba a los altos designios de la élite mafiosa que dirige nuestros destinos. La instrucción que hizo a Blesa y, sobre todo, su investigación del Banco de Miami, se ve que puso nerviosos a muchos. Qué habrá detrás de ese banco para que se pongan tanto en evidencia ? Era patético ver al juez Beltrán, por cierto procedente de la justicia militar, comportarse como si estuviera en un consejo de guerra de la época franquista. Hasta llegó a multar con cien euros a una mujer que expresó su indignación viendo como el Tribunal consentía complaciente ante un Blesa " víctima inocente " que lanzaba falsos testimonios impunemente mientras amordazaban a Elpidio Silva impidiéndole toda defensa. Como en los viejos tiempos. Un juez no puede multar sin abrir diligencias previas. No me extraña que Silva comentara a su abogado que " eso era lo que yo quería " porque, efectivamente, ese acto despótico del juez Beltrán ponía en evidencia la arbitrariedad de ese tribunal. Todo el mundo tiene derecho a defenderse. Es lo que dice la Constitución y el más elemental sentido común. El juez Elpidio Silva también tiene derecho a defenderse como cualquier ciudadano, y el juez Beltrán tiene que sujetarse a la ley, él más que nadie, que para eso está en el Tribunal. 

  







Los medios de comunicación tratan ahora de desprestigiar al juez Silva haciendo referencia a su vida privada: lo más oscuro y tenebroso que encontraron fue que no se presentó a un juicio de deshaucio. El propio Elpidio explicó públicamente que no se presentó porque no le fue notificado dicho juicio. La juez del caso por ahora no lo desmintió. Hubo, por tanto, un error procesal del que es responsable la juez que llevaba el caso, no el juez Silva. También le echan en cara que se le abrieron muchos expedientes, pero la realidad es que estos expedientes no prosperaron porque eran denuncias no probadas, lo que demuestra mas bien que lo quieren desprestigiar como sea. 









Por último, dicen que este hombre es un desequilibrado basándose en un informe psicológico que podría pertenecer a cualquier ciudadano honesto y sensible que esté siendo acosado, lo hayan desahuciado, no encuentre trabajo, tenga un problema familiar grave, etc. Se habla de transtornos tan comunes como el estrés, alguna crisis de ansiedad y personalidad mixta. En ese informe los profesionales dicen claramente que se trata de transtornos que no lo inhabilitan para ejercer su cargo y que son debidos al acoso laboral y mediático sufrido por el juez Silva, que fue y es literalmente bombardeado por los medios obedientes al poder y en su trabajo con la apertura de multitud de expedientes que, por cierto, ninguno prosperó por carecer de fundamentos. Cuando se quiere destruir a alguien y no se tienen argumentos, el último recurso  es acusarlo de locura. 





Este " desequilibrado " fue número uno de su promoción en la especialidad de Derecho Público (1983). Obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura (1986) y se doctoró cum laude. Pasó con éxito por diversas universidades extranjeras y distintos puestos de responsabilidad. Además, y entre otras cosas, escribe. Ha publicado dos libros de poesía: 'Memoria inconjugable' (finalista del Premio Adonais) y 'Memoria del Olvido'. Acaba de publicar un libro y está escribiendo una novela. Por si fuera poco, fue campeón de España de Tenis de Mesa. También es padre soltero de dos hijos que lo adoran. De loco no tiene nada, si acaso la genialidad quijotesca, que tanto escasea y tanta falta hace. 








Para mayor inri le achacan que se quiere meter en política, como si fuera algo indigno. Prejuicio franquista interesado para que nadie se meta en política, campo vedado en el que sólo pueden cazar ellos - los de siempre - . 


Yo le voy a votar si se presenta a las elecciones: es el único que tiene un discurso coherente. Puede fallar, pero de los otros ya tengo la certeza de que son unos criminales que han dejado el país en la ruina. Y siguen en sus trece. 

En fin, que conociendo un poco el mundo, cuando veo a todos estos perroristas sumisos a la voz de su amo aullando me acuerdo de la sabia reflexión atribuida a Juan XXIII: " Cuando estés haciendo algo que consideres importante y muchos traten de impedírtelo, sigue, estás en el buen camino. Si no fuera así no te harían ni caso. "






El juez Elpidio Silva es un rebelde con causa. En los sistemas corruptos se paga muy cara la desobediencia a los que mandan.




miércoles, 2 de abril de 2014

VIOLENCIA DE ESTADO: VIOLENCIA LEGAL




Últimamente políticos, medios de comunicación y hasta la Santa Madre Iglesia se erigen en valedores de una paz social que ellos mismos se han cargado. Al Gobierno y buena parte de la oposición se les llena la boca condenando la violencia callejera que cada día crece más, o eso dicen ellos. Pero en cuanto alguien busca las causas de esa violencia callejera, políticos, tertulianos paniaguados y curas tridentinos ponen el grito en los cielos tenebrosos, amenazan, criminalizan, coaccionan, ridiculizan y culpan a quienes buscan tales causas. No necesitan tirar piedras, envían a las fuerzas de seguridad para que ejerzan la violencia " legal ".   






Para todo hecho hay una causa. La causa primera y principal de la violencia social que tanto molesta a los poderes públicos y fácticos de este país no es otra que la crisis en la que ellos mismos han sumido al país, al que han arruinado para seguir llenando sus bolsillos impunemente. La auténtica violencia es echar a las familias a la calle sin ningún recurso para sobrevivir, niños, ancianos, enfermos que no tienen defensa ni protección de ningún tipo, millones de parados que no cobran el paro ni prestación social alguna, en contra de la propia Constitución. Violencia auténtica y verdadera es ver a estos políticos, banqueros y demás cómplices corruptos robar el dinero de los españoles, repartírselo y salir impunes de los juzgados. Violencia en sentido literal, la vis ( fuerza ) que el derecho romano nos dejó definido hace muchos siglos y que todavía no se ha erradicado.






Mientras España es el segundo país de Europa después de Rumanía con mayor desnutrición infantil, noticia verdaderamente escandalosa que los medios de comunicación silenciaron - salvo un periódico de provincias que se les escapó del control - los amos del país siguen ejerciendo esa violencia sorda y criminal que les permite vivir como señores feudales. Sus hijos están bien nutridos, estudian en los mejores colegios, hacen master en el extranjero - con becas públicas en muchos casos - y tienen el futuro más que asegurado: seguir viviendo de la explotación y de la miseria de sus conciudadanos. 






Sigfrid Soria, diputado del PP, amenazó con  "arrancar la cabeza a los perroflautas " que lo acosen, en referencia a los escraches que iban a protestar por los deshaucios delante de las casas de algunos diputados que votaban a favor de estos deshaucios. Si por ejercer un derecho constitucional que molesta a sus tiernos infantes arrancaría cabezas, qué haría el Sr. Soria si fuera él con sus hijos quienes estuvieran en la calle sin techo, sin comida y sin la protección social del Estado ? Me temo que no se conformaría con gritar delante de la casa de los diputados, seguramente entraría y les arrancaría la cabeza. 






La auténtica violencia, la verdaderamente peligrosa, la ejercen quienes, amparándose en su impunidad " legal ", violan la ley sistemáticamente, incumplen las funciones que tienen encomendadas y por las que cobran de los ciudadanos a quienes tienen la obligación de servir, hacen oídos sordos a las quejas más que justas de los desheredados por culpa de su incompetencia y codicia desmedida y salvaje. Encima estos verdugos tienen el cinismo de hacerse las víctimas y pretenden dejar a las víctimas como verdugos, dejándolos totalmente acorralados e inermes.






Las víctimas de esta violencia, que comprende de una manera dramática a más de un tercio del país y de manera indirecta a casi toda la ciudadanía, están absolutamente indefensas: si protestan pacíficamente pierden el tiempo, nadie les hace caso; se burlan de ellos y encima eso da la imagen de un Gobierno demócrata que permite a la gente manifestarse, sin reconocer que cuando hay manifestaciones es precisamente porque el Gobierno lo está haciendo mal, o incluso está ejerciendo terrorismo de Estado en más de un caso. Si protestan con violencia el Estado responde con más violencia, e incluso se ha visto en muchas manifestaciones que policías y grupos infiltrados eran los que provocaban la violencia entre los manifestantes para poder así justificarse, reprimirlos salvajemente y dictar nuevas leyes represivas y antidemocráticas. Quisieron impedir por ley los escraches, cosa que la justicia les ha negado - de momento -, quieren obligar que las manifestaciones se hagan en un " manifestódromo " al efecto, lo cual sería restringirt una libertad fundamental, se dice que están preparando al ejército para intervenir cuando la revuelta social sea imparable porque saben que el hambre no atiende al miedo. Cómo puede el pueblo parar este genocidio silencioso y silenciado ? Esta falsa democracia nos tiene atados de pies y manos.






El primer derecho del ser humano es la vida y todos los derechos que derivan de ella, empezando por defender esa vida. Cuando es el Estado quien ejerce la violencia contra los ciudadanos, éstos tienen derecho a defenderse. Violencia es no cumplir con la ley, abusar del poder, robar a manos llenas, no atender a los ciudadanos, arruinarlos, dejarlos en la calle desnutridos, enfermos y abocados a la muerte. No es delito robar para comer, manifestarse en la calle, defenderse de la agresión de una policía que obedece, protege y defiende a los auténticos terroristas contra los ciudadanos que deben proteger.  La violencia de Estado justifica la violencia en legítima defensa de los ciudadanos.






Nos vuelven a hablar de la concordia y el diálogo de los tiempos de la transición. En el funeral de Adolfo Suárez  hemos visto a Rouco Varela agitando desde el púlpito la amenaza de la guerra civil. Sólo le faltó bendecir la nueva cruzada santa. Estaba también presente el dictador Obiang, que expresamente agradeció al Rey las gestiones que hizo para poder asistir a este funeral, último acto del teatro que fue la transición española. 

El franquismo los amamantó, la transición los redimió y la crisis los enriqueció.