domingo, 26 de enero de 2014

VI- EL GOBIERNO DE GOLFO SUAVEZ






Había que ponerle el cascabel al gato memocrático, pero Alias Cagarro no movía ficha y permanecía encerrado en el búnker chancrista, siendo un gran obstáculo para la casta, reformista por conveniencia. Los Falsarios Unidos y las Falsocracias vecinas perdían la paciencia, lo mismo que el pueblo, que clamaba libertad por las calles cada vez más crecido. Como el tiempo jugaba en su contra no se podían permitir más demoras. El  plan era cambiar algo para que nada cambiase, salvarse de la quema con " honor " y seguir mangoneando el reino. Para ello había que empezar por legalizar el chancrismo de manera que pudiera perpetuarse en el poder sin rendir cuentas a la justicia por sus crímenes.






La operación, perfectamente diseñada por los Grandes Urdidores, se llevó a cabo en varias fases. La primera consistió en reforzar la imagen de la monarquía, por lo que se dio como incuestionable la legalidad del nombramiento de Juanito Bribón como rey, saltándose no sólo la voluntad del pueblo, sino también las leyes sucesorias. Otro problema era contrarrestar la imagen de irresponsable y continuista que Juanito se había ganado a pulso. Los ideólogos de la transacción memocrática, con una experiencia de cuarenta años en hacer de lo negro blanco, comenzaron una campaña de propaganda que fue un éxito. En poco tiempo Juanito pasó a ser un héroe campechano y un padre amantísimo que buscaba el bien de todos. Como ya tenían una figura que aunaba voluntades,  podían comenzar los cambios con cierta tranquilidad, ya que los harían en su nombre.






Se forzó la dimisión de Alias Cagarro y luego el Consejo del Reino, presidido estratégicamente por Garrapato Fernández Mirándola, presentó al Rey una terna de candidatos a la presidencia previamente amañada. Después de varias cribas quedaron en la lista finalmente tres chancristas: un topusiano, un bunkeriano y un fachangista sin ningún peso político puesto adrede para deshacerse de los otros dos y que fue, por esto mismo, superando todas las eliminaciones. Este hombre gris resultó ser el carismático Golfo Suávez, compañero de juergas de Juanito y perfecto para ese destino. Al finalizar las deliberaciones Garrapato lo presentó con la siguiente frase: " Estoy en condiciones de ofrecer al rey lo que el rey me ha pedido ". Éste, siguiendo el plan trazado, elige presidente a Suávez con el fin de propiciar el aparente desguace de las estructuras chancristas. Esta elección del rey no fue bien recibida por casi nadie.






A diferencia de Alias Cagarro, Suávez, obediente y decidido, pone inmediatamente en marcha las medidas destinadas a encaminar la reforma política del Reino bajo la dirección de Garrapato, según quien todo consistía en ir " de la ley a la ley ". Se concede paradójicamente una amnistía política a las víctimas de la dictadura, mientras que a los criminales chancristas no sólo no se les condenan sus actos, sino que ni se les cuestionan. Ellos no necesitaban la amnistía, y además se arrogaban a sí mismos el poder de concederla a sus víctimas, estrategia maquiavélica donde las haya. Promueven la última ley chancrista que permite sacar adelante un proyecto de reforma política que habla de soberanía popular, liquidan las Cohortes, legalizan los partidos y convocan elecciones memocráticas. Suávez se pone al frente de estos cambios. Juanito, por si las moscas, se va unos días fuera del Reino cuando el presidente  legaliza al partido de los Comenlomismo.






Suávez se presenta a las elecciones como líder de la UCD ( Unión de Chaqueteros Descoordinados ), una coalición de partidos formada por independientes, fachangistas de nueva hornada, socialmemócratas, liberaloides, demoníacocristianos y otras faunas depredadoras cuyo único afán era medrar a la sombra del " moderno " chancrismo. Las gana en buena parte gracias al famoso comienzo de discurso en el que dijo " puedo prometer y prometo ", discurso que su amigo Firmando Ónega escribió para él.






Con esta segunda legislatura Golfo Suávez comienza su calvario particular: tanto el Gobierno como su partido están llenos de trepas dispuestos a ocupar su asiento. La oposición es visceral: por una parte los antichancristas, formada mayoritariamente por los Comenlomismo liderados por Santiago Zorrillo, y los sociolistos con el joven Flipe González al frente, apoyado éste por las Falsocracias vecinas; por otra parte FN ( Fuerza Necia ), formada por los chancristas más fanáticos dirigidos por Blas Piñas-Das, y  AP ( Afananza Pandillar ), los karcas de Fragasaurio, toda una amalgama de chancristas, arribistas, señoritos, empresarios botineros, etc. Para colmo de males, mientras los nacioegoístas reclamaban sus pequeños reinos de taifas, los Metrall-Eta les hacían el trabajo sucio matando a diestro y siniestro. El ejército, en su mayor parte chancrista, amenazaba con repetir la hazaña de su héroe y maestro. Mientras tanto Juanito Bribón, fiel a su apellido, se la jugaba a Suávez por detrás día sí y día también, carente de todo sentido de estado y preocupado únicamente por divertirse y quedar bien con todos por si acaso. En medio de esta marabunta el Reino estaba cada vez más empobrecido, con unas estructuras obsoletas y corruptas que le impedían modernizarse.






Sin embargo, Suávez supo conectar con buena parte del pueblo que, contento con aquella recién estrenada y más aparente que real libertad, se conformaba con las migajas que le daban y suplicaba unas concesiones que le pertenecían por derecho. Cuarenta años de miedo y opresión chancrista habían borrado hasta la memoria y secuestrado las voluntades. Inexplicablemente, el pueblo se mostraba alegre y optimista.






Suávez era un hombre con gran encanto personal que sabía ganarse las voluntades. El sociolisto Alfonso Batallas le llamaba con ironía " el tahúr del Mississippi ". Logró un consenso con la oposición y mediante los Partos de la Moncloa, por los que se aceptaba la contención de los salarios, la reforma fiscal y la libertad de los mercados, nacía el neoliberalismo del nuevo régimen memocrático. 






Se nombró también una comisión integrada por todas las fuerzas políticas con el fin de elaborar una constitución, que fue finalmente aprobada en las Cohortes, donde se reconocían al pueblo los derechos fundamentales, se establecía la monarquía parlamentaria que se declaraba aconfesional, y se creaba el estado de las autonosuyas. Juanito Bribón, que con tanto fervor había jurado los principios chancristas, nunca juró esta constitución a pesar de estar obligado a ello por ser el Jefe del Estado, mostrando así su verdadero carácter y su desprecio a la ley que lo reconocía como monarca. Todos tragaron con la voluntad del rey. Los miembros de aquella comisión, llamados " Padres de la Constitución ", hicieron piña cual colegiales en secreto de travesura con los Grandes Urdidores.





Llegó un momento en que Suávez estaba completamente solo, aislado y acorralado, por lo que terminó dimitiendo. Su discurso de despedida fue más que explícito: " He llegado al convencimiento de que hoy, y en las actuales circunstancias, mi marcha es más beneficiosa que mi permanencia en la Presidencia ". 








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jueves, 16 de enero de 2014

LA ESPAÑA AUTISTA





Cuando veo las noticias de España me deprimo. No ya por lo malas, sino porque no veo soluciones por el autismo reinante y la falta de raciocinio en la sociedad española. La gente ve todo lo que está sucediendo como si fueran espectadores de una película que no les afecta.  





Cada vez nos enteramos de más casos de corrupción, de más injusticias, abusos, chanchullos, etc.: Que el Rey no juró la Constitución, tiene un patrimonio de más de dos mil millones de euros, su hija y su yerno robando, entre otros, a pobres discapacitados...Y me temo que así toda la familia a poco que se escarbe. El secretario de las infantas, también imputado, sigue en su puesto y se niega a dimitir afirmando que siempre ha cumplido órdenes. Encima los medios de comunicación, bien aleccionados, nos hablan de chantaje a la casa real, obviando que la casa real se lo ha ganado a pulso con su codicia. Pero aquí no pasa nada, porque el Fiscal General del Estado y el Abogado del Estado que lleva el caso actúan como defensores de la institución. No tengo nada claro si el juez que lleva el caso del yernísimo no estará jugando a poli bueno y poli malo con el fiscal. 






El Gobierno metido en todas, desde el ex-tesorero del partido en prisión con varias cuentas en Suiza que no puede justificar y, como lo han dejado colgado, cantando haber repartido sobres con dinero negro a todos los de arriba, Rajoy incluido, que le mandaba mensajes de ánimo. El caso Gurtel arrastrando desde la era Aznar, que fue el que dio el pistoletazo de salida de este latrocinio y tardofranquismo salvaje. El Ministro de Justicia implicado en el caso Noos y el juez preguntando aterrorizado si lo llama o no a declarar. Fue que no. Pero aquí tampoco pasa nada, porque el presidente del Tribunal Constitucional milita en el PP, el Fiscal General del Estado está puesto por el PP y toda la judicatura está bajo su control. Si hay alguna condena inevitable, el Ministro de Justicia ya se encargará del indulto, que para eso está. Eso si, que ninguna mujer aborte que va a la cárcel, y ahí el Ministro de Justicia no perdona. No se puede protestar, no se puede hablar de corrupción, al que protesta lo apalean, lo persiguen y lo encarcelan. Han aprobado una ley para que el ejército pueda salir a la calle cuando les dé la gana. Están prohibiendo arbitrariamente manifestaciones e incluso reuniones, como en los mejores tiempos de la dictadura. Sólo falta que vuelva el Tribunal de Orden Público franquista.   






La oposición política va a remolque de los despropósitos y perrerías de este gobierno infame y sólo reacciona por la propaganda política que le puede suponer más votos que por resolver las injusticias sociales y el grave deterioro a todos los niveles que estamos viendo día tras día. En realidad son cómplices de esta situación, no he visto por ahora a ninguno apoyar verdaderamente a toda la gente que se ha quedado en la miseria más absoluta. No miran verdaderamente hacia los problemas del país, lo único que les importa es el voto. Y no son tan corruptos como los del PP porque no pueden, solamente por eso. 






Los sindicatos encausados por robar a los trabajadores, malversaciones, estafa en las subvenciones, etc. Pero aquí sí que pasa algo, porque al PP, en su delirio totalitario, le interesa cargarse a los sindicatos, y éstos se lo están poniendo fácil. Hay encausados, pero no por afán de justicia, sino por eliminar estorbos, en su paraíso neoliberal los sindicatos hacen feo. Para esto la ultraconservadora juez Ayala les viene como anillo al dedo. Nadie la critica aunque muchas de sus actuaciones no son conforme a ley.





Resulta curioso ver como el pueblo español, que presume de su humanidad, solidaridad, etc. no se conmueve apenas viendo a sus conciudadanos en la calle, niños y ancianos pasando hambre y sin techo, gente suicidándose desesperada. Muchos medios de comunicación, e incluso políticos de la oposición, se callan o llaman fascistas a los escraches de la plataforma antideshaucios, única asociación en todo el país que hace algo. Eso sí, el Gobierno envalentonado ha sacado una ley penalizando estas acciones legítimas. Sin embargo, estos políticos, sean del gobierno o de la oposición, apoyan incondicionalmente a los criminales que están desangrando España, no aplican nunca la ley, ignoran totalmente la Constitución y el dinero que tendría que ir para resolver esta situación tan dramática se lo dan a quienes se han dedicado a provocarla, es decir, a los banqueros y demás criminales. Los intereses los paga el pueblo, y a qué precio. Pero lo peor de todo es la indiferencia de la ciudadanía.




Esta ciudadanía no se moviliza por sus semejantes, pero sí por chorradas nacionalistas o locales que son totalmente secundarias, y más con la que está cayendo. No estoy muy informada de lo que está pasando en ese barrio de Burgos que se ha echado a la calle porque no quiere un boulevard. Posiblemente tengan razón, pero hay que priorizar. Me chocó - por frívolo - oir decir que se echan a la calle porque no podrán aparcar, molestias con las obras, el gasto, etc. No entiendo la que están armando en este caso y, sin embargo, no se les ha visto antes defendiendo a los deshauciados, a los parados, a los desheredados, etc. Por lo que he visto, me da la impresión de que detrás de lo de Burgos está un partido político muy arcaico con sus estrategias electoralistas. Otra movida que no me conmueve son las movilizaciones de la estafa de las preferentes. Esta gente negoció en su momento con el PP a cambio de votos y ahora que les dieron la patada se echan a la calle. Pero no defienden a nadie más que a sí mismos y a su dinero, para nada se solidarizan con los deshauciados, parados y demás marginados. En cuanto consigan su objetivo volverán a votar al PP.






Lo de los Indignados fue otro desastre. Tuvieron en su mano darle un vuelco a la situación política del país, pero no se implicaron realmente. Defraudaron al mundo entero. Aquello fue una fiesta hippiosa, que no hippy tan siquiera: Todos querían ser líderes sin que se notara, para no perder clientela ni imagen se definían apolíticos - otra comedura de coco más del franquismo - y al final lo único que hicieron fue el payaso, ponerle la mayoría absoluta en bandeja al PP y diluirse como un azucarillo en el relaxing café pepero. 



Cuando leo sobre la sociedad española en los tiempos de la II República y veo que había ideales, cultura, inquietudes y una verdadera solidaridad, se me cae el alma al suelo al contemplar esta sociedad autista de hoy día. El franquismo arrasó con todo y se enquistó en la sociedad española. No me siento orgullosa de la España actual, que es dura de corazón. Dejo aquí un pensamiento bien conocido de Bertold Brecht que viene como anillo al dedo a la situación actual de nuestro país:




Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. 
Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. 
Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero tampoco me importó. 
Más tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. 
Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. 
Ahora vienen a por mí, pero ya es demasiado tarde.


martes, 7 de enero de 2014

TE DOY MI CORAZÓN






Érase una vez un pequeño poblado construido en torno al basurero de una gran ciudad, donde los niños crecían felices a pesar de su miseria y, cosa poco común, sin violencia ni nadie que los molestara, felices sin otro deseo que jugar juntos. Como sus padres trabajaban de sol a sol para poder alimentarlos, los niños se cuidaban unos a otros. Los mayores criaban a los más pequeños con amor e ilusión, mostrándoles la vida con naturalidad, pero nunca imponiéndose. Muchos animales callejeros compartían esta convivencia adaptándose perfectamente a esa armoniosa comunidad. 








Cada año los monzones traían las lluvias, a veces tan intensas que el agua anegaba completamente aquél lugar. Los niños aprovechaban el acontecimiento para bañarse y jugar alegremente en el agua, que a veces les dejaba entre el lodo algún juguete roto que los colmaba de felicidad. 









Entre ellos destacaba por su dulzura una niña llamada Uma, que en su lengua significa " brillante ", nombre que le dio su padre de recién nacida deslumbrado por la luz intensa de sus ojos. A sus diez años era ya toda una mujercita responsable y llena de ilusión, que cuidaba no sólo de sus hermanos, sino también de todos los niños enfermos, que eran muchos por las condiciones poco higiénicas del poblado. Uma era muy feliz con su familia y sus amigos. Una de sus mayores alegrías era poder ir a la escuela. En sus ojos siempre brillaba la ilusión.






Pero su corazón lleno de bondad crecía cada vez más y más. Era demasiado grande y ya no cabía dentro de su pequeno pecho, según había diagnosticado un médico al que sus padres la llevaron, preocupados por sus desvanecimientos. El doctor, alarmado, les había recomendado un especialista, pero los últimos ahorros de la familia se habían agotado ya en esa consulta, por lo que sus padres volvieron al poblado tristes y sin esperanza, aunque el corazón enfermo de Uma seguía  lleno de alegría.







Un día apareció por el poblado un grupo de extranjeros para rodar un documental. Como una de las ilusiones de Uma era ser actriz, en cuanto se enteró se acercó a ellos pidiéndoles con tanta ilusión representar un papel en la película que, impresionados por su naturalidad, decidieron cambiar sus planes y que todo el documental girara en torno a ella. Sería Uma la que, con sus propias palabras y sentimientos, mostraría a los demás su mundo. Así se hizo y el documental  tuvo un éxito rotundo. Fue premiado y cuando la pequeña Uma recogió ese premio todo el mundo se puso en pie. El corazón de Uma estaba tan agitado que hizo que se desvaneciera. Los extranjeros hablaron con sus padres, y entre todos decidieron llevarla a un hospital para cambiar su corazón enfermo por otro más pequeño. Pero hacía falta encontrar un donante.


















Érase a la  vez un barrio de lujo construido en un lugar privilegiado de la gran ciudad, donde los niños vivían prácticamente recluidos en lujosos apartamentos por miedo a los peligros de la calle. Como sus padres sólo daban importancia al poder y al dinero los niños, siguiendo ese ejemplo,  rivalizaban entre sí. Eran en general niños crueles y tristes que se imponían a los más debiles y bondadosos humillándolos y atemorizándolos. Todos los veranos se iban de vacaciones a la playa, pero ni así dejaban de competir. No sabían jugar.








En este barrio vivía Uma, una niña dulce, tímida y bondadosa cuyo mayor deseo, nunca cumplido, era tener una amiga. No se atrevía a pedir más, pues estaba convencida de que su insignificancia no lo merecía. Cada mañana se despertaba llena de angustia, era incapaz de desayunar, las náuseas no la dejaban. Conforme se acercaba a la parada del autobús escolar sentía que su boca se secaba, empezaba a ver borroso y el pánico paralizaba su cuerpo. Los mayores pensaban que lo hacía aposta para no ir al colegio, pero su corazón estaba lleno de tristeza, miedo y amargura.






Uma permanecía absorta mirando hacia la gran avenida desde su ventana en el décimo piso del edificio donde vivía. Sus padres, ejecutivos de una gran multinacional que viajaban continuamente, le compraban todas las novedades incluso antes de que las deseara. Se había criado sola entre niñeras desconocidas que su madre, presa quizá del remordimiento, despedía compulsivamente sin dar tiempo al cariño.







Durante los primeros años de colegio Uma echaba de menos que sus padres la esperasen a la salida , sobre todo porque algunos niños la acusaban con desprecio de no tenerlos. Sufrió mucho en esa época e incluso enfermó de tristeza. Su padre pidió vacaciones y se quedó un tiempo con ella. Fue entonces cuando le contó la historia de su nombre: Uma era una niña muy pequeña elegida por los sacerdotes como diosa viva para servir de inspiración al rey, quien debía reverenciarla de por vida. A cambio ella debía permanecer en soledad, nunca podía reir ni llorar, y sus pies jamás podían tocar el suelo. 






Uma quedó tan impresionada con esa historia que en su mundo de fantasía unió su destino al de aquella niña- diosa. Cuando volvió al colegio, todavía convalesciente, le relató la historia de Uma a su compañera, pero ésta se lo contó con burla a los otros niños cuando salieron al recreo. Pronto empezaron a hacerle un corro riéndose de ella y empujándola. Como Uma carecía de malicia y de agresividad, las burlas iban a más e incluso algunos la golpeaban. Cada vez más sola y más triste, pensaba que no valía nada y que se merecía esos insultos. Sus notas eran cada vez peores, la mirada de su madre cada vez mas fría, y la de su padre cada vez más huidiza







Uma era una preciosa niña rubia rodeada de juguetes, pero con apenas diez años sus ojos azules carecían del brillo de la infancia. No tenía amigos, a nadie le importaba, estorbaba a todos. Seguía mirando absorta desde su ventana, siempre en soledad, sin poder reir ni llorar, ya no podía tocar el suelo al igual que la diosa que tenía su mismo nombre. De repente su pequeño cuerpo se llenó por primera vez de rebeldía y, negándose a cumplir aquél trágico destino, se lanzó al vacío.




























     
Cuando Uma abrió los ojos se encontró rodeada de las miradas sonrientes y llenas de amor de sus padres. Todo había terminado felizmente para ella. El pequeño corazón de una niña triste había llegado desde Europa en el último momento salvando su vida. Uma, poco a poco lo fue llenando de alegría.
















El corazón de Uma es al fin dichoso. 








Este cuento es una reflexión provocada por dos noticias: un documental que vi sobre un slum en la India, cuya protagonista y narradora era una niña feliz a pesar de vivir en la miseria, y la otra noticia la vi en internet, trata de una niña que se arrojó desde un puente porque no podía sufrir más el acoso escolar. Esto me hizo pensar sobre dos cosas, que la felicidad no depende del dinero y en cómo estamos educando a nuestros hijos.